Columna de Opinión Directorio Fedeprus Metropolitana

Este 15 y 16 de mayo en nuestro país, además de elecciones de Gobernadores, Alcaldes y Concejales, se eligieron 155 constituyentes, quienes tendrán la tremenda responsabilidad de escribir la nueva Constitución de Chile que nos regirá por los próximos cien años, comicios que dejó varias sorpresas.

Cabe señalar que el porcentaje de participación en estas votaciones fue de un 41 por ciento del total del padrón electoral, cifra que pudo ser mayor si las políticas públicas del país estuvieran dadas para incentivar y propiciar la participación de los sectores más marginados territorial, económica y socialmente.

A las 18 horas del pasado domingo se empezó a conocer los primeros resultados de estas votaciones y comenzamos a ver como el pueblo habló claro y dejó (mayoritariamente) en manos de las y los independientes la redacción de nuestra nueva carta magna, quedando las antiguas fuerzas políticas mermadas y representadas en la justa medida.  Por su parte la derecha no alcanzó su objetivo de contar con los 52 constituyentes (un tercio) que le permitían el poder de vetar las propuestas de la convención.

Si bien lo anterior es una buena noticia, como ciudadanía no podemos bajar los brazos, pues nos queda por delante el proceso de dos años, donde debemos estar alerta para lograr los objetivos y anhelos surgidos durante el estallido social y seguir poniendo en la agenda los temas que son fundamentales para garantizar los derechos de las y los chilenos.

Lo sucedido este fin de semana deja de manifiesto que los resultados obtenidos son clara muestra de la distancia de la clase política a las necesidades de la población, principalmente durante la pandemia que estamos viviendo y sufriendo, donde los costos los han terminado pagando las y los trabajadores y sus familias, donde los políticos no han sido capaces de ponerse de acuerdo en medidas efectivas que disminuyan las diferentes problemáticas sociales, económicas y sanitarias que se han visto agudizadas por la pandemia.

Como federación del sector salud no podemos dejar de hacer la reflexión sobre el rol de los gremios y organismos que representamos a las y los trabajadores, pues en estas elecciones no hay dirigentes sindicales electos en la convención, lo que debe ser un llamado de atención para la clase trabajadora organizada que tampoco a logrado sintonizar con la ciudadanía y debemos hacer el análisis de nuestro rol y la importancia de mostrar caras nuevas en la dirigencia.

El nuevo escenario político social del país nos convoca a estar a la altura de las circunstancias, buscar la mayor unidad posible de todos los sectores progresistas que buscan un mejor Chile, justo, solidario y con equidad social para ir en busca del tan anhelado desarrollo.

¡¡¡Sin dudas es momento de la unidad!!!