Este 5 de abril es un día importante para los y las profesionales de nuestra Federación. Celebran su día profesional los y las Terapeutas Ocupacionales. Para destacar su trabajo, conversamos con Alexis Álvarez Toro, profesional de la base Hospital San José, donde ha desempeñado labores en el equipo de Ortogeriatría de dicho recinto de salud, trabajando principalmente en el manejo interdisciplinario de personas mayores con fracturas de cadera por los últimos nueve años.
Quienes ejercer esta profesión, lo hacen porque como versa su definición vocacional “a través de la valoración de las capacidades y problemas físicos, psíquicos, sensoriales y sociales de la persona, pretende, con un adecuado tratamiento, capacitarle para alcanzar el mayor grado de independencia posible en su vida diaria, contribuyendo a la recuperación de su enfermedad y/o facilitando la adaptación a su discapacidad”.
Es precisamente por esto que el testimonio de Alexis cobra valor. Para poner a la persona delante del profesional y mostrar porque una vocación puede transformarse en valor de vida para muchas personas necesitadas de apoyo. A la hora de comentar por qué eligió esta profesión, dentro del concierto que existen en el mundo de la salud, Alexis establece que “elegí estudiar esto porque me llamaba la atención la cantidad y diversidad de saberes que vislumbraba la malla curricular, además a poco de dar la PSU en esos tiempos, el mejor amigo de mi hermano (fonoaudiólogo) me decía que tenía perfil de Terapeuta, una profesión multienfoque, le llamó ‘la carrera del futuro’ de acuerdo a algún enunciado pseudo científico de la época”
Un aporte a la salud pública
A la hora de hablar de los aportes de los Terapeutas Ocupacionales, Alexis es concreto. “Creo que hemos contribuido en la humanización del cuidado. Hemos devuelto la capacidad de mirar a las personas desde sus historias y menos desde sus síntomas o enfermedades. Llevamos procesos profundos de re significación de las experiencias difíciles como la enfermedad y la exclusión o el sufrimiento psíquico tan propio de nuestra época. Pero también hemos ganado terreno como gestores y articuladores del conocimiento entre disciplinas”.
Álvarez también es concluyente en indicar que, en su visión, “el poseer herramientas diversas para el conocimiento nos permite ir leyendo el presente y acompañando los procesos socio históricos que acontecen. Hoy, con líneas muy fuertes sustentando la diversidad de género y, por supuesto, la reestructuración sociopolítica en medio del estallido social, presuponen un gran futuro para nuestra disciplina, arte y ciencia.”
A la hora de hablar de satisfacciones, Álvarez indica que “la mayor es la conexión que se alcanza con las personas que sufren, el recoger los últimos momentos de humanidad que afloran cuando el organismo ya no tiene fuerzas; el confrontar con autenticidad, dulzura y verdad la realidad de nuestros pacientes, estar allí cuando hay un mal pronóstico pero, por sobre todo, cuando renacen; verlos despertar o salir de compromiso de conciencia, verlos sonreír o alimentarse después de días o semanas, verles caminar y que planteen preguntas al futuro de cómo seguir o cómo volver a vivir. La satisfacción que reconozcan herramientas simples pero poderosas como la palabra, una peineta y un espejo”, siendo el agradecimiento de sus pacientes y los familiares también un aliciente a seguir trabajando con el mismo ahínco.
Como en el caso de Alexis son muchos los y las profesionales que a diario trabajan con todo el esmero por mejorar las condiciones de salud de las personas que son atendidas por la Salud Pública. Feliz día para todos y todas los y las Terapeutas Ocupacionales.