Escrito por: Medio “Cápsula Informativa”

Pablo de la Fuente, es enfermero del Hospital Félix Bulnes Cerda y presidente de la APRUS del recinto de salud y en conversación con “Cápsula Informativa” señala que en el establecimiento se están enfrentando serios problemas en cuanto a la seguridad de los funcionarios, quienes han sido víctimas del actuar de pacientes con cuadros de agresividad que los golpean y hasta se han registrado ataques con armas de fuego.

Pablo de la Fuente sostiene que las dificultades obedecen a que el hospital sea concesionado. “Ése es el de la mayoría de los problemas que las y los trabajadores tenemos en este momento. La relación con el hospital concesionado, este de modelo de gestión nefasto que han tomado todos los gobiernos, en los últimos años hasta el día de hoy”.


¿Cuáles son esos problemas concretos?

-Un hospital concesionado se refiere a que la construcción, la mantención de algunos servicios y la gestión de la infraestructura como tal es de un privado. Técnicamente, nosotros como hospital público estamos arrendando el hospital de un privado. La construcción de este hospital estaba planificada para el 2018, empezó a presentar problemas económicos, se declaraba en banca rota y a principios de 2019, se licita la construcción y estamos concesionados, sistema que significa un despilfarro de recursos públicos y un aumento en la burocracia en la gestión de la salud pública.

En este momento, los problemas que tienen los y las trabajadores del hospital se relacionan a partir de la relación torpe y burocrático que tiene el sistema concesionado y sus precios inflados, en desmedro del buen funcionamiento del hospital.

Pablo de la Fuente, manifiesta su preocupación por las situaciones de violencia a la que se están viendo expuestos los funcionarios. “El número de casos de agresiones a nuestros funcionarios, tanto en el mismo hospital y afuera de él, son gigantescos. Tenemos casos de trabajadores que han sido asaltados tomando el ascensor, hay funcionarios que en la esquina del hospital, saliendo a tomar la micro, los han asaltado y tenemos al lado una comisaría”.

Agrega que “he sido testigo en una ocasión de una paciente que entró a matar a otro paciente e intentó agredir a 3 ó 4 funcionarios. La gente que está también en la portería son agredidos, los que están en la puerta de urgencia son atacados. El servicio de seguridad no “da el ancho” y nos dicen que no pueden hacer nada. La dirección anterior del hospital y la nueva han hablado con Carabineros y, lamentablemente, ellos dicen que no tienen dotación para tener de punto fijo en el hospital. Todos estos hechos aumentan la inseguridad de los trabajadores, no es normal que en pleno desarrollo de tus funciones, haya peleas a golpes y las balas vuelen de repente”.

El dirigente afirma que “se ha solicitado hablar con la Intendencia, con la Subsecretaría de Prevención del Delito e, incluso, se solicitó vía Transparencia, por parte de la dirección del hospital, una reunión con el Comandante en Jefe de Carabineros para dar cuenta del problema y solicitar aumento de la dotación, pero no hay respuesta alguna”.


La nefasta concesión: alimentación y aseo

Pablo de la Fuente revela que en el Hospital Félix Bulnes, hay personal de guardia privada que “no da abasto y que no está bien capacitado. En el casino del casino para los funcionarios y los pacientes, la calidad de los alimentos es bastante deficiente y muchas veces es incompleto. Tenemos problemas con el sistema de aseo, por ejemplo, en menos de un año de funcionamiento del hospital, ya se ha cambiado a la empresa de aseo, porque la empresa anterior no daba las garantías, no daba el ancho para entregar la presentación. Las salas en las que trabajábamos estaban imposibles, los papeleros llenos hasta el tope, la limpieza de las salas nula y parecía que trabajáramos en un chiquero”.


Trabajadores del Hospital Félix Bulnes, movilizándose en protesta por sus demandas no escuchadas por el Gobierno.