Columna de Opinión
Por: Lina Córdova Mangili
Presidenta Federación Democrática de Profesionales Universitarios de Salud (FEDEPRUS) Región Metropolitana
Impacta y frustra cómo las autoridades no quieren escuchar a nadie; la soberbia y displicencia que han exhibido en tiempos de pandemia queda en evidencia en la improvisación y falta de asertividad en las decisiones que toman, como muestra; la inauguración anticipada de las nuevas dependencias del Hospital Félix Bulnes Cerda.
El pasado 18 de marzo, como Federación de Democrática de Profesionales de la Salud de la Región Metropolitana, manifestamos a través de una Declaración Pública, nuestra preocupación ante la idea de las autoridades de trasladar todos los servicios que presta el recinto hospitalario Félix Bulnes Cerda, ubicado en las comunas de Quinta Normal y Providencia, a la nueva infraestructura construida en la comuna de Cerro Navia y dejar el antiguo recinto solo para ingresos de pacientes afectados por el Coronavirus.
La advertencia a que no era la mejor decisión no fue antojadiza, sino basada en la lógica, por una parte, de lo que significa un traslado de un recinto asistencial de la magnitud de este hospital en medio de una crisis sanitaria y que además las obras no estaban del todo terminadas, poniendo en riesgo a pacientes y funcionarios/as de la salud, lo que ha quedado demostrado mediáticamente ante la opinión pública con la aglomeración vergonzosa en el servicio de Farmacia de dicho recinto, que es el comienzo de un sin número de inconvenientes que se irán sumando.
Como gremio, siempre estuvimos con la intención de aportar con una solución más eficiente y planteamos que lo más adecuado sería seguir funcionado en las dependencias antiguas y destinar la nueva construcción para los pacientes que requieran hospitalización por el Covid-19, de esta forma evitaríamos aglomeraciones, exposiciones y esfuerzos, tanto de pacientes como de funcionarios/as de la salud, considerando la logística de una iniciativa de esta envergadura y lo que ello conlleva. Si bien, el nuevo recinto es concesionado y por contrato no podrá destinar todas las camas a la atención de COVID-19, sin embargo, esto pudo subsanarse más rápido que el traslado, solo con voluntad política y el Decreto de “Estado de Catástrofe” establecido por el Presidente de La República y así poder dar respuesta oportuna, efectiva y segura a la población que es la prioridad para el sistema de salud del cual somos parte fundamental para enfrentar esta pandemia.
Como era de esperar las autoridades hicieron oídos sordos a nuestras sugerencias, muy por el contrario, y como ha sido la tónica de este Gobierno el pasado 12 de abril aparece el Presidente Piñera anunciando la inauguración del recinto hospitalario, como una “gran” medida para reforzar la gestión sanitaria que el Gobierno lleva a cabo, sin medir consecuencias de las decisiones que más que ser resolutivas son más bien mediáticas y que no están pensadas en el bien de la población.
Seré majadera en señalar que las políticas públicas adoptadas por las autoridades, incluso aún en emergencia sanitaria, están destinadas al beneficio de privados, no olvidemos que el nuevo Hospital Félix Bulnes Cerda, al ser concesionado, por contrato la apertura de camas es gradual y al ocupar el reciento en su máxima capacidad, el Hospital deberá pagará a la concesionaria por concepto de sobrecarga de camas, lo que significará destinar más recursos del Estado a la empresa y hoy en día la destinación de caudales públicos en salud deben ser bien administrados, pues seguimos denunciando la precariedad en los recintos asistenciales para enfrentar esta pandemia, es por eso que como gremio hemos sido insistentes en que la autoridad nos escuche, somos las y los trabajadores de la salud quienes vivimos el día a día de esta emergencia sanitaria y nuestro aporte siempre irá por el camino de la protección de pacientes y funcionarios/as.