DECLARACIÓN FEDEPRUS METROPOLITANA EN EL DIA DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
En esta nueva conmemoración del DÍA DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, existe la posibilidad de que Chile pueda dar un gran paso y el Congreso apruebe finalmente el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificación largamente esperada por todas las organizaciones de mujeres y trabajadoras, pero en especial las vinculadas al mundo del trabajo. Los sindicatos y organizaciones gremiales estamos atentos a lo que pueda suceder con este convenio ya que se obligaría al Estado a hacerse cargo de los temas de violencia y acoso en el mundo del trabajo, con especial énfasis en la violencia de género que tanto nos afecta.
El Convenio 190, aprobado en la Conferencia General de la Organización del Trabajo, convocada en Ginebra en junio de 2019, establece por primera vez una norma de carácter internacional con el objeto de terminar con la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, ya que reconoce que es “un problema que afecta a todos los países, ocupaciones y modalidades de trabajo”[i], que “es una amenaza para la igualdad de oportunidades”, cuyos efectos implican “el despojo de la dignidad de las personas siendo incompatibles con el trabajo decente y la justicia social”, poniendo especial énfasis en la violencia de género la cual afecta con mayor intensidad a las mujeres y niñas de todo el mundo.
Como trabajadoras y trabajadores de la Salud Pública, también nos parece muy relevante que se reconozca a nuestro ámbito de ocupación como uno de los más expuestos a la violencia y el acoso. Nuestro trabajo contiene otras modalidades riesgosas, como son el trabajo nocturno, los servicios sociales, y los servicios de emergencia.
Al igual que los otros instrumentos internacionales, su ratificación obliga a los Estados firmantes a tomar todas las medidas necesarias para ponerle fin a la violencia y acoso en el mundo del trabajo. Es así como a través de la ratificación del Convenio 190, el Estado chileno se vería en la obligación de establecer primero, la creación de una legislación que prohíba legalmente la violencia y el acoso, seguido por una política clara respecto a la materia difundida en todos los espacios donde se desarrolla el trabajo, la implementación de medidas para la prevención de la violencia y el acoso, siendo este último uno de los temas más relevantes y menos abordados actualmente o de manera muy deficiente y que hacen posible que esto siga sucediendo. A su vez, el Estado deberá establecer mecanismos de control, sistema de apoyo a las víctimas, procesos claros de denuncia, medidas de reparación y apoyo, sanciones claras y permanente orientación y educación. También estable como punto relevante para el éxito de estas medidas, la participación en todos estos ámbitos de los trabajadores y sus organizaciones de representación, incorporando recomendaciones respecto al protección de la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva, como instancias que contribuyen a la prevención de la violencia y el acoso, gracias a sus múltiples ámbitos de acción.
Como Federación Metropolitana reconocemos los avances en esta materia a través de algunas políticas públicas, y si bien esperamos la ratificación del Convenio, creemos que el Gobierno puede y debe hacerse cargo hoy de todas estas recomendaciones, las cuales vienen siendo presentadas hace muchos años por las organizaciones tanto del mundo del trabajo como del ámbito social y político, y cuyas medidas son más necesarias y urgentes que nunca debido al resurgimiento de grupos antiderechos que promueven discursos de odio y discriminación, y que ponen en riesgo los avances alcanzados por las mujeres y disidencias hasta ahora. Se suma a ello todos los casos de compañeras que año a año son víctimas de violencia y acoso en sus trabajos, donde muchas han perdido lamentablemente su vida por no contar con el apoyo oportuno y adecuado para superar estas situaciones.
Es por todas ellas que exigimos avances concretos. Debemos avanzar en una política de prevención en los establecimientos de salud que se encuentre a la vista de todos y cuyas declaraciones tengan el necesario respaldo, tanto en la existencia de planes de prevención que contemplen educación, difusión y protección a los derechos de la mujer y el cuidado infantil, así como también a través de la definición de procesos de denuncia mucho más oportunos, con enfoque de género, sanciones efectivas, fiscales especializados y apoyo a las víctimas, evitando la revictimización. La protección a la maternidad y la extensión del cuidado infantil hasta los 12 años, también son temas relevantes para mejorar las condiciones de trabajo y aumentar las oportunidades de desarrollar una carrera profesional que permitan mayor autonomía y menores posibilidades de dependencia.
Es por ello como gremio volvemos a decir fuerte y claro NO A LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y LAS NIÑAS, queremos una VIDA LIBRE DE VIOLENCIA MACHISTA y estamos dispuestas a dar todas las batallas que sean necesarias.
[i] OIT, “Eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. El Convenio núm. 190, la Recomendación núm. 206, y la Resolución que los acompaña. 2019